¿Para qué sirve el Radicalismo?
Radicalismo y UCR están esencialmente ligados pero, son inevitablemente diferentes. El primero es un conjunto de valores, historias y discusiones; la segunda es el ensamble de cuerpos orgánicos, bloques legislativos y ejecutivos de todos los niveles. El primero se puede ser o no ser; de la segunda, se puede ser afiliado, expulsado o nada. El primero es el nombre de una tradición fundamental de la política Argentina; la segunda, su principal organización.
“¿Para qué sirve el Radicalismo?” es una pregunta que insiste entre todos aquellos que estamos atravesados por el Radicalismo. Esta pregunta se niega a soltarnos la mano. Y nosotros a dejarla ir. Su insistencia es la responsabilidad.
El Radicalismo es un ventrículo del corazón ideológico nacional. Si no bombea bien -sus ideas, su trabajo y su compromiso-, la cardiopatía no afecta sólo a los radicales sino, lógicamente, a toda la Argentina.
La sensación imperceptible de una falta describe la función actual del Radicalismo. La falta de las ideas de progreso, ciudadanos, eficiencia, decencia e igualdad ante la ley, en la discusión política nacional.
El procedimiento del Radicalismo es la emancipación, no el control. El Radicalismo construye con la dignidad de las personas, nunca con su rencor. El Radicalismo apunta a la responsabilidad del soberano, no a la gracia del gobernante.
El Radicalismo vive para el conflicto. Es su razón de ser, su misión. Para el Radicalismo, el conflicto es inherente a la política, son dos caras de la misma moneda. El primero es el problema; la segunda, la solución.
La política radical es como la pesca deportiva: construir poder para devolverlo al pueblo.
En las universidades, en los hospitales, en el los pasillos del Congreso, en las oficinas de un ministerio, en una biblioteca pública, la disputa es una balacera. Parapetados detrás su posición, cada cual defiende lo suyo. En medio del combate, un comando abre un salvoconducto para que las cosas funcionen, para que, entre las balas que van y vienen, las soluciones lleguen a donde tienen que llegar. Son los radicales.
No queremos que atonte. Que enceguezca, ni que embrutezca. No queremos que forme soldados de infantería, ni empleados de call center. No es blanco, ni es negro. No es un hueco en la mente. Es una fisura en la muralla. Apuntes para un discurso político radical.
Para que el Radicalismo sirva
Todos los desencuentros, los tropiezos y las decepciones que todavía sufrimos los radicales son el síntoma de aquello que se llama “la crisis del Radicalismo”. El cuerpo de esos síntomas es la biografía política de cada uno de nosotros.
El Radicalismo puede entenderse de dos maneras: como origen y como meta. Como origen, nos ha dado todo a los radicales. Como meta, nos puede dar mucho a los argentinos.
A nuestro criterio, hay muchos radicales que no militan en la UCR. Algunos, incluso, militan en otros partidos. A una persona se la puede expulsar de la UCR pero no del Radicalismo.
A nuestro criterio, hay muchos radicales que no militan en la UCR, incluso que militan en otros partidos, que son personas muy valiosas para un proyecto político radical. Queremos construir con ellos.
A nuestro criterio, hay muchas personas muy valiosas que no identifican como radicales y tal vez nunca lo hagan. Con ellos también queremos construir.
El Radicalismo es un mapa: todo atravesado por fronteras internas. Un territorio cortado por líneas ¿Cuándo se originaron? ¿A quiénes les sirven hoy en día? ¿Cuál es su sentido? La balcanización del Radicalismo es una enfermedad autoinmune.
El Radicalismo es como una planta. Si no lo actualizamos, se muere.
La suerte del Radicalismo no está en alguna palabra destacada, especialmente iluminada. Sino, en la posibilidad de reproducir palabras en todo nuestro país. El Radicalismo necesita circular, moverse, ser usado para la acción política, ser el lenguaje con el que un grupo de personas interviene en su territorio. A eso le diremos “organización política”.
No defendemos lo que aun controlamos detrás nuestro. A eso lo liberamos, lo dejamos ir. Lo que a nosotros nos interesa es todo lo que tenemos para ganar adelante. Así construimos Radicalismo.